Quedarse en casa. Calentitos y tranquilitos. ¿A que no suena mal plan
para el fin de semana? Y qué mejor compañía que los libros. ¿Habéis probado alguna vez a leer
en familia? Es una experiencia genial el estar juntos físicamente, tocando al
otro, y saber que al mismo tiempo las mentes están en mundos tan lejanos. Una
en el Madrid de finales del XIX, otra en la Tierra Media y otra en el
supermercado indeterminado al que va a comprar la mamá de Teo.
Hoy os traemos a este blog sugerencias de lectura infantil. No son para
niños muy pequeños, son más bien libros de primera lectura.Títulos a los que
tengo un cariño especial porque fueron de los primeros libros que terminé. Los
primeros con los que pude sentir ese sabor agridulce que te deja la última
página de un buen libro, su última palabra, el punto final. Esa sensación de
desarraigo, casi como de destierro del mundo en el que has vivido los últimos
días. ¿Lo habéis sentido? ¿Os habéis quedado como estatuas con un libro, recién
terminado, cerrado entre las manos durante unos minutos para saborearlo? A mí
me ocurre incluso con el libro electrónico. Cuando llego al final no puedo
evitar seguir pulsando el botón de ‘avance página’ como esperando que al autor
se le ocurriera escribir un ‘bis’…
Apareció en mi ventana (Alfredo Gómez Cerdá). Es una historia fantástica con un toque de
magia de las que a todos nos hubiese encantado vivir hace unos añitos. Una
extraña criatura aparece en la ventana del protagonista. El bichito en cuestión
que solo come papel (¡genial!) se convertirá en su mejor amigo y en su gran
preocupación.
Kiwi (Carmen Posadas). No todo el mundo recuerda que esta autora
uruguaya comenzó su carrera escribiendo obras para niños. Una de ellas es esta,
que cuenta la historia de una granja a la que llega un paquete misterioso con
un contenido muy especial: un kiwi. ¿Cómo encajará entre el resto de los
animales?
Coleta la poeta (Gloria Fuertes). No me canso de leer poesía de esta mujer. Un
milagro que valiéndose de versos absurdos y rimas imposibles nos haga creer
cosas como que los peces comen perritos calientes en una cafetería o que es
feliz el matrimonio entre una rana y un caballo.
Coleta es la protagonista de divertidas aventuras normalmente
relacionadas con animales. Vive con su abuela Calixta y, como es fácil de
adivinar, va peinada siempre con una coleta. Tiene otro libro titulado Coleta payasa, ¿qué pasa? «Coleta tiene
un corazón como un piano» y «...es una niña corriente, aunque lo que le sucede
no es corriente».
Fanfamús (Carmen Kurt). Los fanfamús son los niños que nunca llegaron
a nacer. Conviven con las que debieron ser sus familias acompañándoles en los
momentos buenos y malos. Piel de gallina.
La bruja Mon (Pilar Mateos). Aventuras y desventuras de una bruja que no es
tan mala. «Y un jamón, dijo la bruja Mon».
El muñeco de Don Bepo (Carmen Vázquez - Vigo). Don Bepo es un ventrílocuo que decide
jubilarse y cuelga a su muñeco en el huerto para que sirva de espantapájaros.
Horrorizado el muñeco Ruperto, le ruega al hada Verdurina (para no perdérsela
en las ilustraciones) que le permita mover las piernas para poder ir a donde
quiera. Ella se lo concede, pero Ruperto se dará cuenta de que el mundo no es
como lo imaginaba.
Elije tu propia aventura. No se trata de un único libro, sino de
toda una colección. ¿La recodáis? La historia empezaba y, sin avisar, se detenía
para preguntarnos qué opción queríamos que siguiera el protagonista. ¡Podíamos
manejar su destino! Por supuesto, nuestras decisiones tenían sus consecuencias
y no todas eran buenas…
¿Os animáis a rescatar algún
libro de vuestra estantería infantil para vuestros hijos?
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